El ejercicio es necesario para una buena salud
Para estar saludable no basta con comer equilibrado, ni con alimentarse según el yin y el yang, ni con ser ovo-lacto-vegetariano, ni con llevar una dieta mediterránea, ni con ser vegano, en pocas palabras no basta con una buena alimentación. Para conservar y aumentar nuestra salud, es muy importante «mover el esqueleto», es decir, hacer ejercicio físico de forma regular.
Esto es bastante preocupante puesto que el ejercicio físico regular:
– Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas
– Mejora la salud ósea y funcional
– Es un determinante clave del gasto energético, algo fundamental para el control del peso
Ahora bien, ¿cómo influye el ejercicio para mantener mi peso?
Algo realmente difícil es mantener el peso luego de que haz alcanzado tu ideal o lo que es lo mismo, perderlo de forma definitiva. Pero... ¿Cómo?
Nunca olvides la fórmula matemática relativa al equilibrio entre la energía que se ingiere y la que se gasta. Si es mayor la primera que la segunda el peso aumentará de forma automática.
Con solo hacer 30 minutos de actividad física moderada 5 días a la semana es suficiente (150 minutos semanales). La mayoría de las personas pasa más de ese tiempo viendo la tele o mirando el Facebook. No es necesario estar 30 minutos seguidos haciendo ejercicio, sino que nos podemos distribuir el tiempo como queramos.
Algo que recomendamos siempre es que puedas empezar con 5 minutos o con el mínimo de tiempo para no generar una fricción al principio de establecer una rutina, porque finalmente lo que queremos lograr es que se haga parte de nuestras vidas y no solo algo momentáneo. A medida que pasan los días tu cuerpo va ir pidiéndote más tiempo o más ejercicio y ese es el punto.
El secreto es ir de a pocos. Es mejor 5 minutos diarios que 0 (cero).
Otro punto a mencionar es que el ejercicio no solo se trata del peso, también se trata de tu salud
El ejercicio puede:
– Reducir el riesgo de enfermedades del corazón, presión arterial alta, osteoporosis, diabetes, y obesidad.
-Mantener las articulaciones, tendones y ligamentos flexibles, lo que hace que sea más fácil moverse y disminuye las posibilidades de que se caiga.
– Reducir algunos de los efectos del envejecimiento, especialmente la incomodidad de la osteoartritis.
– Contribuir al bienestar mental y ayudar a tratar la depresión.
– Ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.
– Aumentar la energía y la resistencia.
– Mejorar el sueño.
– Ayudar a mantener un peso normal al acelerar su metabolismo (la velocidad a la que quema calorías).
En esto la OMS está de acuerdo, escuchen:
«…la alimentación, aunque es fundamental para la prevención, es solo uno de los factores de riesgo. La inactividad física, ahora reconocida como un determinante cada vez más importante de la salud, es el resultado de un cambio progresivo hacia modos de vida más sedentarios, tanto en los países en desarrollo como en los industrializados. […] La combinación de estos y otros factores de riesgo, como el consumo de tabaco, tiene probablemente un efecto acumulativo, o incluso multiplicador, que puede acelerar la propagación de la epidemia de enfermedades crónicas en los países en desarrollo.»
Es bueno recordar que nuestra salud es más importante que estar “fit”, el ejercicio no es solo cuando nos sintamos con ganas, sino más bien para alcanzar cierta calidad de vida al conservar nuestra salud.
¿Cómo empiezo mi nueva rutina de ejercicios?
El ejercicio no tiene que ser algo aburrido ni debe ser un sufrimiento diario. Debe ser algo que disfrutes y que te ayude a aumentar tu estado de ánimo día a día.
Sí o sí debes empezar calentando de 5 a 10 minutos para aumentar tu flujo sanguíneo y preparar tu cuerpo para la actividad.
Sigue el calentamiento con varios minutos de estiramientos para aumentar tu flexibilidad y reducir el riesgo de padecer lesiones.
Después de la actividad, debes realizar de 5 a 10 minutos de estiramiento.
Si nunca antes has hecho ejercicio, comienza con un período de 10 minutos de ejercicio ligero.
Una caminata rápida todos los días es un buen ejercicio para empezar. Aumenta, de a poco, la dificultad y duración del ejercicio.
Más beneficios del ejercicio: ¡Salud emocional!
Sus beneficios sobre la estabilidad emocional y el autoestima son indiscutibles. Repercuten en las relaciones con los demás, favoreciendo la extroversión y relaciones sociales con una mejor predisposición, fruto de la mejora del autoestima. Está demostrado que mejora considerablemente, trastornos de ansiedad, fobias y trastornos obsesivos compulsivos.
Durante la ejecución de ejercicios físicos, la práctica de algún deporte, o simplemente el desarrollo de alguna actividad física, la descarga emocional y la descarga de tensión hace sentirnos realmente relajados y optimistas.
Liberas endorfinas que tienen beneficios sobre algunas afecciones. Ya que ayudan a reducir las migrañas, cefaleas y dolores de cabeza en general.
¿Qué tipo de actividad física puedo hacer y aplica para la mayoría de personas?
Infancia y la juventud
En estas etapa de la vida es conveniente realizar cada día una hora de actividad física moderada. Los juegos activos e informales son ideales porque implican la utilización de distintos grupos musculares. Hay otros tipos de actividades, como practicar algún deporte, correr, nadar, pasear, caminar, bailar, ir en bicicleta, hacer excursiones, etc, que son una excelente muestra de acciones sencillas que ayudan a ganar salud.
Adultez
En esta etapa se puede realizar actividad física con seguridad y cómodamente, incluso en épocas como el embarazo y la lactancia. De hecho, se aconseja realizar, como mínimo, 30 minutos de actividad física moderada cinco o más días por semana.
Además de hacer deporte, hay muchas otras actividades que puedes escoger para hacer:
– Desplazarte a pie o en bici para ir al trabajo, a comprar, a hacer recados, etc.
– Subir escaleras en lugar de coger el ascensor o la escalera mecánica.
– Aparcar el coche más lejos de lo habitual.
– Bajar del autobús unas paradas antes.
– Compartir los momentos de juego y ocio con los niños/as.
– Jugar y pasear a las mascotas.
– Bailar, hacer excursiones, trabajar el jardín, etc.
– Limitar el tiempo dedicado a la televisión, al ordenador, a las video-consolas, etc.

Tercera Edad
En el caso de las personas mayores o personas de la tercera edad, es importante tonificar y fortalecer los músculos, y mantener la movilidad de las articulaciones para facilitar las tareas cotidianas y reducir el riesgo de caídas.
Es aconsejable ser constante y activo sin llegar al agotamiento. Se pueden encontrar ejercicios adecuados y adaptados a cada situación particular, desde caminar, nadar, hacer ejercicios en el agua, bailar, hasta técnicas de relajación y estiramiento.
Por último recuerda que
Una vida saludable es la mejor forma para enfermedades